La técnica fortalece las plantas y aumenta su resistencia a enfermedades y plagas, reduciendo la necesidad de utilizar defensivos e insumos.
La agricultura recurre cada vez más a soluciones que promueven la sostenibilidad, la eficiencia y la resiliencia. En este escenario, el uso de portainjertos destaca como una de las técnicas más innovadoras y ventajosas para la horticultura. Este proceso no sólo mejora la productividad, sino que también contribuye significativamente a la preservación del medio ambiente y a la reducción del uso de defensivos e insumos en la producción.
Portainjertos Sakata: soluciones innovadoras para solanáceas
El uso de portainjertos adecuados es fundamental para mejorar la resistencia y la productividad de las plantas, especialmente en los cultivos de solanáceas. Para la producción de pimiento, AF8253 destaca como una excelente elección, aportando vigor y resistencia, en especial a Ralstonia. Para el cultivo de tomate, Robusto, Poweroot, Volt y Contrattack son portainjertos muy recomendables, cada uno con características específicas que garantizan una mayor resistencia a las enfermedades y mejores resultados en el campo.
Resistencia a las enfermedades y menor uso de defensivos
Utilizando un portainjerto, los productores pueden conseguir resultados mejores y más sostenibles, optimizando los recursos naturales y obteniendo cosechas de mayor calidad y duración.
Una de las grandes ventajas de utilizar portainjertos es la resistencia a las enfermedades. Las plantas injertadas tienen una mayor protección contra hongos, bacterias, nematodos e incluso virus. Esto no sólo mejora la salud de los cultivos, sino que también reduce la necesidad de defensivos. Así se reduce la posible contaminación del suelo y el agua, lo que contribuye directamente a preservar la biodiversidad y la salud de los ecosistemas locales.
Alexandre Schulman, gerente de Producto de Sakata, explica que «la resistencia natural que proporcionan los portainjertos es un gran aliado en la lucha contra las enfermedades, lo que permite a los cultivadores liberarse de la excesiva dependencia de los defensivos».
Aumento de la productividad
Otra ventaja significativa del uso de portainjertos es el aumento de la productividad. Las plantas injertadas tienden a crecer con más vigor y salud, lo que se traduce en cosechas más abundantes y frutos de mejor calidad y calibre. Como tal, este beneficio contribuye directamente a la rentabilidad del productor.
Acorde con Carolina Guidoni, gerente de Productos de Sakata, «Al adoptar el uso de portainjertos, el productor sólo gana, por ejemplo, y entre otras cosas, mediante la obtención de plantas más robustas y productivas, una solución que aumenta la productividad, sin necesidad de aumentar la superficie cultivada».
Mejor uso de los recursos
El uso de portainjertos también ayuda a aprovechar mejor los recursos, como el agua y los fertilizantes, por ejemplo. Con raíces más robustas, las plantas injertadas son más capaces de absorber nutrientes y adaptarse a suelos más pobres o con escasez de agua. En regiones donde el agua escasea, esta técnica es aún más ventajosa, ya que optimiza el uso de los recursos naturales.
Schulman señala que «mediante el uso de portainjertos es posible optimizar la absorción de nutrientes y agua, lo que resulta crucial en contextos de escasez hídrica o suelos con bajo contenido nutricional. Se trata de una medida inteligente para garantizar el uso responsable de los recursos naturales».
Mayor duración de las cosechas
La longevidad de la planta es también otra ganancia significativa. Las raíces más resistentes permiten a la planta soportar el estrés ambiental y las enfermedades, lo que se traduce en una cosecha más duradera, debido a que se amplía el ciclo de producción.
«La longevidad de la cosecha es un punto crucial, ya que reduce la necesidad de replantar con frecuencia. Esto hace que el uso de la tierra sea más eficiente, sin comprometer la calidad ni la sostenibilidad de la producción», afirma Carolina.
Mejor adaptación al estrés climático
Las condiciones climáticas son cada vez más impredecibles, por lo que es esencial adaptar las plantas a estos retos. Las plantas injertadas son más resistentes a las variaciones de temperatura y a la salinidad del suelo, lo que hace que el cultivo sea más estable y resistente al estrés climático. Esto permite cosechas más seguras, incluso en condiciones adversas como sequías o variaciones bruscas de temperatura.
Ambos profesionales destacan también que la capacidad de los portainjertos para proporcionar una mayor adaptación al clima supone un avance considerable para quienes trabajan en el campo. Y es que, en tiempos de rápidos cambios climáticos, contar con plantas más resistentes es fundamental para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad de la agricultura a mediano y largo plazos.
Un camino sostenible para la agricultura
Siempre a la búsqueda de soluciones más rentables y sostenibles, Sakata ha desarrollado una gama completa de portainjertos destinados a promover una agricultura más ecológica y eficiente.
De esa forma, la empresa refuerza su compromiso de apoyo a los productores ofreciendo soluciones innovadoras que contribuyen a un futuro más saludable no sólo para la agricultura, sino también para los consumidores y el medio ambiente.
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