En los últimos años, el mercado del injerto de tomate ha experimentado un crecimiento significativo, impulsado por los avances tecnológicos y los beneficios de esta práctica agrícola. El injerto ha demostrado ser muy eficaz para aumentar la productividad, la resistencia a enfermedades y la adaptabilidad de las plantas a condiciones adversas. En este escenario, el portainjerto para tomate Robusto se ha destacado como un excelente aliado para el cultivo del tomate.
El material proporciona un vigor vegetativo y reproductivo excepcional, atributos cruciales para la productividad de los cultivos de tomate. Además, es muy adaptable a diversos estreses bióticos y abióticos, como la salinidad, las variaciones en la disponibilidad de agua, los nematodos y la fusariosis. Estas características hacen de Robusto la elección ideal para diferentes tipos de suelo y condiciones climáticas.
Este portainjerto también proporciona una notable estabilidad en la producción, ya que contribuye a una cosecha prolongada con un excelente cuajado y calidad de los frutos, garantizando la consistencia y la eficiencia en la producción.
El desempeño de Robusto ha sido ampliamente validado en varios países de América del Sur, como Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Ecuador. En cada uno de estos países, el material ha mostrado un excelente rendimiento. Su adaptabilidad y estabilidad productiva ofrecen una importante ventaja competitiva, consolidándolo como una opción confiable para optimizar el cultivo de tomate en diversas condiciones y localidades.