La producción de tomate está llena de retos. Los productores se enfrentan a obstáculos que van desde enfermedades que afectan a las plantas hasta condiciones meteorológicas impredecibles, lo que exige constantes adaptaciones en términos de gestión y tecnología agrícola. En este escenario de incertidumbre, el tomate Da Vinci se destaca como una solución innovadora y confiable, trayendo consigo mayor productividad y calidad superior.
Híbrido del segmento Saladete Indeterminado, el tomate Da Vinci fue desarrollado por Sakata para atender las principales necesidades del cultivo de tomate en América del Sur. Tiene una planta vigorosa, capaz de producir frutos grandes y de calidad constante durante todo el ciclo de cosecha. Una de las grandes ventajas de este híbrido es su adaptabilidad, que permite fáciles ajustes de manejo, proporcionando un rendimiento superior independientemente de las condiciones.
La variedad también destaca por su doble resistencia a los virus más comunes y devastadores en la producción de tomate: el virus del bronceado del tomate (TSWV) y el geminivirus (ToSRV). Estas resistencias moderadas son fundamentales para una producción más estable, minimizando las pérdidas y asegurando frutos sanos y de alta calidad durante toda la cosecha.
La eficiencia en la absorción de nutrientes es otra de las características distintivas de Da Vinci, ya que permite reducir los trastornos fisiológicos, tanto en la planta como en el fruto, que suelen estar causados por deficiencias nutricionales. Esto se traduce en una planta más sana y con un rendimiento óptimo, incluso en condiciones adversas.
La variedad también es reconocida por la calidad de sus frutos, que son firmes y tienen la forma deseada por el mercado, además de un sabor excepcional. Esta combinación de características hace de Da Vinci la elección preferida no sólo de los productores, sino también de los comercializadores que desean un producto de alto estándar de calidad.