El tiempo pasa rápido y acaba de llegar 2020. Han pasado 20 años desde el cambio de siglo, en 2000. Dos décadas marcadas por períodos de alto crecimiento, pero también de grandes crisis. En los últimos años hemos estado viviendo momentos muy difíciles ya que el sector se vio afectado por la crisis política y económica de Brasil, que tuvo su fase más delicada en 2017. Desde 2018, sentimos muy lentamente, algunos signos de reacción positiva y entramos al 2019 con mucho cuidado debido a años anteriores, pero poco a poco comenzamos a recuperar la confianza y finalmente estamos aquí, en 2020.
Un año en el que confiamos en que será bueno. No por suerte, ni por casualidad, sino por los resultados que se deben de cosechar debido a los incansables esfuerzos de la compañía para construir su futuro, que ahora proporciona el presente que esperábamos. Entramos en 2020 ofreciendo a nuestros clientes una cartera cada vez más innovadora, con alta productividad, más seguridad a través de la resistencia múltiple a enfermedades y otros factores abióticos y, sobre todo, calidad para el consumidor final, que paga toda la cadena productiva.
Sakata como todas las demás empresas del segmento, sintió las consecuencias de la crisis y la desaceleración del mercado en los últimos años. Sin embargo, con su sabiduría y las experiencias que ha acumulado de tantas otras crisis locales y globales, la compañía ha podido creer e invertir, buscando siempre lo mejor. Ya sea en ciencia y tecnología, innovación, personas, relaciones y alianzas. Esto es lo que la compañía ha estado haciendo de manera constante, persistente y objetiva.
Ahora, estamos seguros y preparados para un buen año, junto con nuestros clientes: distribuidores y proveedores, quienes tendrán un papel activo en hacer que 2020 sea aún mejor de lo que planeamos, avanzando hacia un crecimiento vigoroso en nuestro negocio.
¡Un feliz y próspero 2020!
Buena lectura.
Paulo Koch, director de marketing de Sakata