El uso de semillas peletizadas de lechuga ofrece varias ventajas que optimizan y aumentan enormemente la eficacia del cultivo. En Sakata, todo el proceso de producción de estas semillas se controla cuidadosamente para garantizar que el agricultor reciba un producto de la máxima calidad. Este riguroso control comienza con la meticulosa selección de los campos de producción, que deben estar libres de patógenos. A partir de ahí, la gestión se lleva a cabo con gran precisión en cada etapa, hasta la cosecha, cuando sólo se seleccionan las semillas de mejor calidad para su almacenamiento.
De acuerdo con Henrique Chiovatto, gerente de Operaciones y Calidad de Sakata Seed Sudamerica, después de la cosecha, las semillas pasan por un riguroso proceso de clasificación, teniendo en cuenta aspectos como tamaño, peso y color. «Este procedimiento da como resultado lotes estandarizados, que son sometidos a análisis patológicos y fisiológicos para garantizar la excelencia del producto antes de pasar al peletizado», explica.
Y añade: «Antes del peletizado de las semillas de lechuga se lleva a cabo un proceso de imprimación, que rompe la dormición o letargo de las semillas. Esto elimina la resistencia a la germinación a altas temperaturas, lo que permite sembrar las semillas en cualquier región y bajo diversas condiciones climáticas. Además, la imprimación favorece la uniformidad de la emergencia de las plantas».
Tras la fase de imprimación, las semillas se recubren mediante un proceso denominado peletización, que favorece la estandarización del tamaño. «Este recubrimiento facilita la siembra, ya sea con máquinas manuales o sembradoras automáticas, aumentando la productividad, la precisión y la fluidez de plantación. La uniformidad de las semillas peletizadas se traduce en una distribución más eficiente sobre el terreno, optimizando el uso de los recursos y mejorando el rendimiento final», añade Chiovatto.
Una vez finalizado el proceso de peletizado, las semillas se envasan en recipientes herméticos, lo que garantiza su conservación hasta el momento de la venta. «Esta etapa es crucial para mantener la viabilidad y la calidad de las semillas durante el almacenamiento y el transporte», subraya el gerente.
De este modo, con un cuidado minucioso de principio a fin y mucha tecnología implicada en el proceso, Sakata entrega a los productores un producto fiable y de alto rendimiento, listo para satisfacer la demanda del mercado con gran eficiencia.